miércoles, 5 de noviembre de 2008

Uno contra uno

Con lo que me gusta a mí el baloncesto, tenía que hacer algún dibujillo.


jueves, 30 de octubre de 2008

Boxeador

Con una técnica parecida a la entrada anterior, dejo el dibujo de un boxeador.


martes, 28 de octubre de 2008

Sucio

Con ganas de hacer un dibujo sucio, alejado de la pulcritud vectorial, me ha salido esto. Hecho con Photoshop y una tableta Wacom.


miércoles, 24 de septiembre de 2008

Como molo

Jo, como molo, debe de pensar la nena mientras hace posecitas...

martes, 2 de septiembre de 2008

martes, 19 de agosto de 2008

Descalza en la disco

Qué pocas mujeres conozco a las que no les guste bailar.
¡Esta chica parece que disfruta!


lunes, 18 de agosto de 2008

Otro dibu

Voy a intentar hacer otra serie de ilustraciones vectoriales de temática parecida. Aquí os dejo un primer plano de la joven.


jueves, 7 de agosto de 2008

Vectorialízame

Vuelvo a retomar el estilo vectorial. Espero que os guste.

lunes, 21 de julio de 2008

Panorámicas Zaragoza

Aunque no tiene nada que ver con la ilustración, presento aquí un libro de fotografías de mi ciudad de reciente edición y firmadas por un servidor con textos de diversos autores (entre los que también me incluyo).
Gracias a todos los que han hecho posible que ¡por fin! haya salido a la luz.



viernes, 27 de junio de 2008

Vagabundo

Improvisadamente, se me ocurrió que mi buena amiga de blog, Marinel, podía inspirarse en uno de mis dibujos. El resultado, como cabía esperar, es mejor que mi original. Aquí dejo para el respetable las palabras derramadas:

Con su gorra calada; su raída chaqueta y su barba poblada, se aposentó en “su banco”. Era un acuerdo establecido; pero tácito, entre los que como él, vivían a la intemperie. Ese banco era suyo. Allí desplegaba su arsenal de objetos inservibles para otros; pero muy útiles para su desperdigada vida ¿social?. ¡Ja! Exclamó para sus adentros; ni vida social ni nada de nada, vida, que ya era mucho dado los tiempos que corrían.
Cogió la vieja servilleta que lo acompañaba desde tiempos inmemoriales y se la puso sobre el banco. Al poco; sustrajo del carro de compra que encontró en el vertedero, lo que posiblemente sería la mejor comida del día.
Se estaba relamiendo de gusto, cuando notó la mirada de alguien posada en él. Había desarrollado los instintos de forma considerable desde que la calle era su hogar. También notó que la mirada no era dañina. No sabía el porqué, pero esas miradas le hacían sentir que un frío extraño lo inundaban. Esta no lo era; seguro.
Giró la cabeza desganadamente en la dirección intuida y tropezó con unos ojos abiertos de par en par, fijos en su figura de vagabundo.

La mujer era joven y curiosa por lo que podía observar. No se amilanaba al mirarlo descaradamente; incluso movía la cabeza de un lado, luego del otro, sin apartar la mirada. ¡Qué atrevida! ¿No habrá visto nunca un ser en mis condiciones?. ¡Ah! Y sigue…¿ Me dejará comer tranquilo o tendré que llamarle la atención sobre su atrevimiento?
Intentó no darle importancia, para pasar a satisfacer a ese órgano ruidoso que tenía por estómago y que clamaba alimentos desesperadamente; imposible.
Se levantó decidido a poner fin a este absurdo. Quedó paralizado al ver que la joven lo hizo al mismo tiempo y dirigiéndose a él.
¡Demonios, ahora qué hago!. Caminó indeciso hacia ella para aclarar la situación, pero al llegar a su altura, las palabras huyeron despavoridas. ¡Las muy cobardes!
La chica si habló, volviéndole a dejar cual estatua de piedra:
-Disculpe caballero, soy pintora, ¿querría posar para mí?